En este capítulo realizamos unas propuestas para desarrollar un nuevo modelo de comunicación del cambio climático. Este modelo trata de evitar emociones negativas que llevan a la pasividad o la resignación, como la ansiedad, la impotencia, el miedo o la tristeza. Este nuevo enfoque pretende que la información sirva para animar a la implicación personal y al activismo, así como para motivar cambios de hábitos personales y sociales.